Un repaso a la historia del camping y la acampada en España. Nuestra pasión, la acampada, está de moda, y mucho, en la actualidad. Pero su historia en nuestro país es bastante más corta si la comparamos con otros países europeos. Y es que el camping, entendido como una modalidad de turismo al aire libre que busca la conexión con la naturaleza, tiene una larga tradición en muchas partes del mundo. En España, la historia de la acampada está estrechamente vinculada con el auge del turismo en el siglo XX, aunque sus orígenes y primeras manifestaciones pueden rastrearse a épocas mucho más remotas.

¿Quieres saber cuáles fueron sus comienzos? ¿Cómo se ha ido desarrollando hasta convertirse en una de las formas de turismo favoritas tanto por los españoles como por los extranjeros que nos visitan? ¡Te lo contamos!

¿Acampada por necesidad o como actividad recreativa?

Aunque el concepto de acampada tal y como lo entendemos hoy tiene una dimensión moderna, las raíces de esta actividad se remontan a muchos siglos atrás. Desde tiempos de los romanos y medievales, las personas que viajaban por necesidad o comercio solían dormir al aire libre o en tiendas improvisadas.

Si bien es cierto que, si nos referimos a la acampada como una actividad recreativa, es un modo de viaje que no surge hasta el siglo XIX, especialmente en Europa, que fue la época en la que el senderismo y las excursiones al aire libre comenzaron a popularizarse.

En concreto, en nuestro país no vemos los primeros atisbos de la acampada moderna hasta la segunda mitad del siglo XIX. Ahí, entonces, fue cuando el turismo empezó a tomar forma como una industria en crecimiento. Pero si hilamos aún más fino, entonces nos vamos a principios del siglo XX, fecha en la que ya sí comenzó a asociarse el concepto de ‘acampada’ con el disfrute y la relajación en la naturaleza, y no con una necesidad o un acto utilitario. Durante estos primeros años, las acampadas eran sobre todo informales y consistían en grupos de amigos o familias que se adentraban en el campo o la montaña, sin instalaciones adecuadas ni servicios, para disfrutar de la vida al aire libre.

Turismo masivo en la posguerra española

Un pequeño repunte que se paralizó con la llegada de las grandes guerras y, obviamente, con el padecimiento del pueblo español en medio de la Guerra Civil. Una balanza que volvió a equilibrarse con la llegada del turismo masivo en la posguerra, especialmente durante las décadas de los 50 y 60. Ahí fue cuando el camping comenzó a convertirse en una alternativa popular para quienes querían escapar de las grandes ciudades y disfrutar de la naturaleza, de la familia y de los amigos.

La expansión de las carreteras y la mejora de la infraestructura de transportes hicieron que más personas pudieran viajar por el país, lo que facilitó la creación de áreas especialmente habilitadas para el camping.

En los años 60, aparecieron los primeros campings organizados, que incluían parcelas delimitadas, acceso a servicios básicos como agua potable y baños, y un nivel mínimo de comodidad. Estos campings fueron, en parte, un resultado de la creciente demanda de opciones turísticas económicas, sobre todo entre las clases trabajadoras. Además, la ideología del ‘camping’ coincidió con un creciente interés por las actividades al aire libre, la vida más sencilla y el contacto con la naturaleza.

El turismo en España experimentó un gran impulso durante la dictadura franquista, especialmente a partir de los años 60, cuando el país comenzó a abrirse al turismo internacional. Las costas mediterráneas, las Islas Baleares y Canarias, y otras zonas de gran atractivo natural, como los Pirineos y la Sierra de Gredos, comenzaron a convertirse en destinos populares para los campistas. Muchos de estos campings estaban pensados tanto para el turismo nacional como internacional, lo que permitió que el camping se consolidara como una de las principales opciones de alojamiento.

El camping post-pandemia

A lo largo de las últimas décadas, el camping en España ha experimentado una evolución importante, adaptándose a las demandas de los turistas modernos. También se ha vivido un increíble repunte del sector tras la pandemia ocasionada por la Covid-19, cuando tuvimos que hacer turismo nacional y buscábamos núcleos que no estuvieran masificados.

La oferta, las opciones y las instalaciones han aumentado significativamente, pues, y han surgido diferentes modalidades, como los campings de lujo (glampings), los bungalows y las parcelas para autocaravanas, lo que ha permitido ampliar la oferta a diferentes tipos de viajeros.

Además, el auge del ecoturismo y el turismo sostenible ha potenciado el interés por la acampada y otras formas de turismo en contacto con la naturaleza. En este sentido, los campings han comenzado a integrar prácticas ecológicas, como el uso de energías renovables, la gestión sostenible de los residuos y el fomento de actividades respetuosas con el medio ambiente.

En cuanto a la legislación, desde los años 80 y 90, la regulación sobre el uso del suelo y la ordenación del territorio en muchas comunidades autónomas permitió un mayor control sobre las instalaciones de camping, asegurando la calidad de los servicios y el respeto por el entorno natural. Hoy en día, el camping en España es una actividad muy regulada, con normas específicas que buscan equilibrar el disfrute del paisaje con la preservación de los recursos naturales.

Muchos de los primeros campings de Castilla-La Mancha se ubicaron, también en los años 60 y 70, en zonas cercanas a embalses, ríos y parques naturales, aprovechando el atractivo natural de la región. Y así llegamos hasta lo que es hoy en día nuestro Camping Río Mundo, situado en plena Sierra del Segura, y dentro del recién creado Parque Natural de los Calares del Mundo y de la Sima. Un lugar en el que el visitante podrá disfrutar de unas completas y modernas instalaciones, muchas de las cuales son de muy reciente construcción. Y, aunque ahora estamos cerrados, es porque renovamos, cuidamos, mejoramos y preparamos nuestra vuelta para la nueva temporada. ¡La fórmula para ofrecerte siempre lo mejor!